Cromo
andamos pelo mundo
experimentando a morte
dos brancos cabelos das palavrasatravessamos a vida com o nome do medo
e o consolo dalgum vinho que nos sustém
a urgência de escrever
não se sabe para quem
o fogo a seiva das plantas eivada de astros
a vida policopiada e distribuída assim
através da língua... gratuitamente
o amargo sabor deste país contaminado
as manchas de tinta na boca ferida dos tigres de papel
enquanto durmo à velocidade dos pipelines
esboço cromos para uma colecção de sonhos lunares
e ao acordar... a incoerente cidade odeia
quem deveria amar
o tempo escoa-se na música silente deste mar
ah meu amigo... como invejo essa tarde de fogo
em que apetecia morrer e voltar
Cromo
andamos por el mundo
experimentando la muerte
de los cabellos blancos de las palabras
atravesamos la vida con el nombre del miedo
y el consuelo de algún vino que nos sostiene
la urgencia de escribir
no se sabe para quien
el fuego la savia de las plantas vaciadas de astros
la vida multigrafiada y distribuida así
a través de la lengua gratuitamente
el amargo sabor de este país contaminado
las manchas de tinta en la boca herida de los tigres de papel
entre tanto duermo a la velocidad de los pipelines
esbozo cromos para una colección de sueños lunares
y al despertar la incoherente ciudad odia
a quien debería amar
el tiempo se escurre en la música silente de este mar
ah amigo mío... cómo envidio esa tarde de fuego
en la que deseaba morir y volver
Versión de Nidia Hernandez
Al Berto, pseudónimo de Alberto Raposo Pidwell Tavares, fue un poeta, pintor, editor y animador cultural portugués.