Esto no es un poema,
prohibido dignificar el pasatiempo estéril.
Aquí sólo se busca nada,
la sangre no es un accidente
que empaña el ejercicio.
El ocio más absurdo es visceral,
derrama sus impotencias sobre las horas
que transcurren lentas.
Nada sucede.
El tiempo se ha estancado
en el corazón del vacío
y amenaza con paralizarse
en un pasatiempo infinito.
Porque esto no es un poema,
se parece más a una canción monótona,
a una lluvia sutil y persistente.
2007
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