2/8/10
poema de Cesare Pavese
Tierra roja, tierra negra,
tú vienes del mar,
del verde árido,
donde existen palabras
antiguas y fatiga sanguínea
y geranios entre la grava –
no sabes cuánto traes
de mar, palabras y fatiga,
tú, rica como un recuerdo,
como el campo yermo,
tú, dura y dulcísima
palabra, antigua por la sangre
recogida en los ojos;
joven, como un fruto
que es recuerdo y estación –
tu aliento reposa
bajo el cielo de agosto,
las olivas de tu mirada
endulzan el mar,
y tú vives, revives
sin sorprender, segura
como la tierra, oscura
como la tierra, molino
de estaciones y de sueños
que a la luna se descubre
antiquísimo, como
las manos de tu madre,
el cuenco del brasero.
Terra rossa terra nera,
tu vieni dal mare,
dal verde riarso,
dove sono parole
antiche e fatica sanguigna
e gerani tra i sassi –
non sai quanto porti
di mare parole e fatica,
tu ricca come un ricordo,
come la brulla campagna,
tu dura e dolcissima
parola, antica per sangue
raccolto negli occhi;
giovane, come un frutto
che è ricordo e stagione –
il tuo fiato riposa
sotto il cielo d’agosto,
le olive del tuo sguardo
addolciscono il mare,
e tu vivi rivivi
senza stupire, certa
come la terra, buia
come la terra, frantoio
di stagioni e di sogni
che alla luna si scopre
antichissimo, come
le mani di tua madre,
la conca del braciere.
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