3/9/25

De un extraño latido

Poema nacido hoy en movimiento, tras un verano sin escribir, que se suma a otro ciclo reciente, entre trenes y minutos robados a la vida.


De algún modo 

anduve fingiendo

bajo la confusa luz

de días iguales.


¿En qué momento

sucumbiste

y lo dejaste todo ir,

como si no importase nada

el hueco del arte

en tu existencia?


Recuerda que,

al bajar del coche,

tenías que callarte

para evitar problemas

de niños peleando

o mayores al borde del abismo.


Nadie sabía cuidarse,

te sentías

responsable de todos,

como si el mundo dependiera

de tu exacto silencio.


Ella no lo sabe,

ni lo sospecha.


Todo este tiempo es mentira:

reo inmediato de su queja,

no haces más

que enterrarte en vida,

postergando un camino

ya fraguado de letras

al que no terminas de entregarle

tu verdadero tiempo,

tu voz.


Hablar de ti

es hablar de otro,

como si el extraño latido

de tu historia

se apagase.

24/7/25

la zurda

 Mi abuelo escondía su zurda

entre los pliegues de la costumbre.

La escuela le torció los dedos,

y aprendió a obedecer con la derecha.


Yo nací con la misma inclinación,

pero me enseñaron a rectificar.

Durante años escribí con otra mano,

como si mi cuerpo no supiera lo que era.


Hoy, en formas nuevas,

cuando nadie me dice cómo hacerlo,

la zurda vuelve, como un animal 

que recupera su camino.

16/7/25

Tus palabras y tus gestos,

en su veneno inconsciente,

han venido a decirme esta tarde

que te marchas.


El infierno debe parecerse

a una noche muda de rencor

como la que ahora mismo siento.


Quisiera hablarte bien frente al espejo

y decirte, con voz callada,

lo mucho que siento tu dolor.


Tú no lo sabes aún,

pero ese hartazgo de vivir

mantiene en vilo esta pulsión suicida

que nunca manifiesto contigo.


Solitario rozo el frenesí,

contemplo el cielo rosado

bajo la tarde herida.


Un viento sin nombre

acaricia la última luz,

y todo cuanto anhelo calla.



(noche del mes de junio)