El valenciano Francisco Brines recibe el XIX Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana por su obra 'Para quemar la noche'
E.P. "La poesía cumple el milagro de hacer que las cosas, no siendo vividas, puedan amarse", ha manifestado este martes el poeta Francisco Brines, con motivo de la presentación de la antología 'Para quemar la noche', galardonada con el XIX Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.
Brines (Oliva, 1932) ha declarado sentirse "honrado y agradecido" por obtener un reconocimiento que, a su juicio, es "el más importante" que se dedica al género poético. "El jurado lo hace en nombre de los lectores, que son su voz, con mayúscula", ha señalado el poeta, quien recibirá este miércoles dicho galardón, de manos de la Reina doña Sofía.
Para el galardonado, la poesía "superpone tiempos y espacios, y hace presente lo vivido y lo no vivido". Además, concreta las sugerencias "milagrosamente" y de un modo que para el poeta era "inexplicable antes de la escritura".
Brines afirma que el hombre "siempre está en crisis", porque la vida es como un perfil de sierra: "arriba y abajo, arriba y abajo", así que propone "como defensa" aceptarla "como nos viene". En su caso, afirma ser un tanto "fatalista", porque reconoce que "la vida está llena de enigmas". "Olfateamos la luz y el aire, pero nunca lo concretamos", ha dicho.
Esos enigmas que aparecen en la vida como "respuestas individuales y colectivas" se reflejan en la obra del poeta a través de su único personaje poético, el tiempo: "el del amor, el más dichoso; el del desamor, el más desdichado". Así, afirma que "el instinto de supervivencia del poeta es el de la no repetición, ver qué cosas nuevas puede decir, cómo matiza el sentimiento y cómo lo diferencia del anterior".
El responsable de la edición crítica de este volumen, Francisco Bautista, ha señalado que la importancia de la obra de Francisco Brines radica en la "permanente actualidad y absoluta pertinencia", una manera de situarse "siempre en cercanía absoluta" a las etapas que ha recorrido su obra.
Juan Ramón Jiménez y Cernuda
Francisco Brines ha confesado que Juan Ramón Jiménez y Luis Cernuda son ambos "conformadores" de su poesía. El primero es, a su juicio, "el Garcilaso de la época contemporánea y la fuente de donde nace toda la poesía del siglo XX", quien le dio su "vocación". Cernuda, por otro lado, le aportó "la manera de incorporar al hombre que escribía en la poesía".
Preguntado por su actividad literaria, Brines ha señalado que sigue escribiendo, aunque "con más intermitencia y lentitud", porque ahora se encuentra "en un momento de sequía y de barbecho". "Tengo un libro y a falta de corregir o de perfilar tres poemas, pero no tengo el impulso de hacerlo", indica.
El escritor afirma que nunca ha forzado la escritura, sino que deja la puerta "entreabierta" para que la musa entre si quiere y, si no, permanece "mudo y sordo". "Sigo abierto a que estos tres poemas terminen de perfilarse. Al igual que antes de que nazca un bebé aún no se le ha puesto nombre, yo estoy embarazado", bromea. Según afirma, "en la vida somos bastante desvalidos y a la vez fuertes, porque está vivida por aceptación de ella misma". Por ello, señala que continuará escribiendo "siempre que ella quiera", aunque de una manera "mucho más distanciada".
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