Mi recuerdo más vivo es la huerta del Segura junto a pequeñas sierras que doradas por el sol se erguían como crecientes pechos de una tierra fértil.
Mi primer anhelo el infinito horizonte de mar en las solitarias noches de otoño. Olor mediterráneo en las primeras encrucijadas de la vida.
Es lo inmortal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario